La garganta suele ser una de las áreas del cuerpo que más sufre la llegada de la temporada de frío y el invierno en general.
Las bajas temperaturas favorecen la proliferación de agentes infecciosos, el aire seco y el uso de calefacciones resecan el ambiente, lo que puede provocar la irritación de la mucosa de la garganta y causar dolor.

Todas estas condiciones la hacen más vulnerable frente a virus y bacterias y propician la aparición de faringitis y laringitis, así como alteraciones de la voz.
Para evitarlos, los es recomendable seguir una serie de consejos:
Seguir una alimentación sana y equilibrada:
Es importante tener un aporte suficiente de vitaminas y minerales que permitan mantener en buen estado el sistema inmunológico y fortalecer las defensas de la garganta frente a virus y bacterias.
Hidratación
Beber abundante líquido para que la garganta esté hidratada y se asegure la protección de la mucosa y de las cuerdas vocales ante el ataque de agentes infecciosos.
Correcta higiene
Es importante tener cuidado con la limpieza de manos, el uso del pañuelo al sonarse la nariz o toser, o a la hora de compartir ciertos útiles o prendas de ropa, para evitar el contagio.
Evitar el alcohol y el tabaco
Son sustancias que pueden irritar la garganta y las cuerdas vocales, lo que las hace más débiles ante los agentes infecciosos.
Ropa de abrigo transpirable
En invierno es fundamental ir abrigados y proteger la garganta con bufanda y pañuelo. Sin embargo, no hay que hacerlo en exceso puesto que puede ser perjudicial frente a los cambios bruscos de temperatura, puesto que existen lugares como oficinas o tiendas donde las calefacciones están muy altas.
Descansar
hay que tener en cuenta que un buen descanso permitirá a la garganta estar más protegida. Hay que procurar no forzar la voz, no carraspear ni gritar.
Visitar al otorrinolaringólogo
En caso de molestias y dolores persistentes de garganta será mejor visitar la consulta del especialista para que determine la causa y pueda indicar el tratamiento a seguir en cada caso.